domingo, 13 de diciembre de 2015

De música, doctorado, exposiciones y "otras hierbas".

La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía. (Ludwig van Beethoven).
Corría el año 1957 en Siete Aguas (Valencia) 
Mi papi con 10 años, armado con su flauta travesera. 
Siempre escribo con música. De hecho, ahora en este preciso instante estoy conectada a Spotify y suena: “Everybody Needs Somebody”, interpretada por el pequeño Jimmy Scott[1]. Este ha sido para mí el descubrimiento de la semana, por lo que pronto he corrido a explorar a través de las redes información sobre su vida y obra. No he podido evitarlo. Aunque todo tiene una explicación. Provengo de una familia de músicos. Y como lo hicieran mis padres, comencé a estudiar música a la tierna edad de 8 años. El instrumento elegido fue el violín, pero una serie de hechos desafortunados, hicieron que al final decidiera colgar mi arco con 18 años y alcanzado un nivel de 6º, para cambiarlo por la carrera de Derecho. Por ello, ahora, con el paso del tiempo, no negaré que de vez en cuando me pregunto qué hubiera sido de mí si hubiera decidido optar por la carrera musical. Incluso me imagino dando conciertos, como lo hiciera mi padre, siendo solista en la Orquesta de Euskadi. Sin embargo, de alguna manera, nunca he dejado la música, ni ella a mí. Lo nuestro ha sido un amor celebrado a los cuatro vientos y creo que he logrado canalizar ese sentimiento de “frustración”, escuchando música a todas horas. No puedo hacer nada sin ella. Ella siempre me acompaña. Ella es mi fiel compañera, y especialmente, cuando escribo. 

Mi mami con 13 años, sostiene entre
sus manos un saxo soprano. Año 1960.
Siete Aguas.
Pero, a veces, la vida da muchas vueltas y los planes de futuro cambian. Hace un mes, estuve dando una charla sobre mi proyecto de investigación para alumnos de Trabajo Social de la Universidad de Valencia, y tras finalizar, uno de ellos me formuló la siguiente pregunta: ¿Cuando acabes tu tesis, qué planes tienes? ¿Qué proyecto vas a emprender? Y mi respuesta supongo que fue demasiado sincera, ya que en un arranque de espontaneidad de los míos, le contesté que desde que comenzó la crisis, no pienso en futuro, sino en presenteRealmente, en mi caso ha sido así. Comencé mi tesis dentro del mundo del Desarrollo Local y la Cooperación Internacional, y ahora me hallo felizmente en el de las Ciencias Sociales, de modo que mi actual Línea de Investigación es "Migración, Movilidad y Cambio Social". Pero este cambio ha sido el resultado de un largo y tedioso camino plagado de trámites administrativos, que es lo que me ha tenido ocupada, entre otras cuestiones, durante estos últimos meses. También he estado escribiendo una reseña que tenía pendiente de publicar sobre el libro: "Estados amurallados, soberanía en declive" de Wendy Brown, que saldrá publicada este mes de diciembre de 2015, en la Revista Arxius de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valencia.

Además, es curioso, porque hay muchas similitudes con el trabajo de Claire Rodier, quien con "El negocio de la xenofobia. Para qué sirven los controles migratorios?", explica de una manera más llana lo que plantea Brown en materia de la política de seguridad  vigente en este mundo globalizado, que encuentra en la construcción de nuevos muros el despliegue de una iconografía tranquilizadora, pero que en realidad escenifican un poder y control soberanos que en realidad no ejercen. Y esta situación, se está viendo últimamente agravada con la última ola de atentados. El ejemplo lo tenemos con la declaración del estado de emergencia en París, y los discursos occidentales, que giran en torno a cómo ejercer un mayor control de las personas que tratan de entrar por las fronteras europeas

Preparando la reseña.  Caótica a la par que bizarra.

 Fotografía tomada en verano. Gran artista y mejor persona. #LoryMoney#EntrevistaConSuaj

Pero no quiero desviarme del tema, pues quiero contaros que también ha habido tiempo para seguir con el trabajo de campo en Valencia. Una de las últimas entrevistas que he realizado es a Dara Dia (su nombre artístico es LoryMoney, un "youtuber" muy conocido, con club de fans hasta en México). Dara es natural de Senegal y llegó en cayuco en el año 2006 a las Canarias. Permaneció a la deriva durante 10 días junto a más de 80 personas, y cuando ya no disponían de alimentos y agua, fueron auxiliados por Cruz Roja. Desde allí lo trasladaron a Madrid, y posteriormente, viajó a Valencia, donde fue mantero y pudo sobrevivir gracias a la ayuda del propietario de un bar en El Carmen, que le daba de comer todos los días. Al final, se hicieron amigos y para él, es uno más de la familia. De hecho, su hijo es el representante de Dara. Sin embargo, el año pasado (2014) ocurrió un hecho del que se hicieron eco todos los medios de comunicación: se organizó un vuelo de deportación FRONTEX, y necesitaban llenarlo de personas migrantes indocumentadas procedentes de Senegal. A él lo detuvieron en una redada por perfil racial/étnico en Valencia (nos contó todo el proceso) y estuvo detenido en la Comisaría de Policía Nacional de Zapadores. Finalmente no fue deportado, gracias a que sus amigos españoles le hicieron un contrato. Pero otros conocidos suyos, no corrieron la misma suerte... 

domingo, 23 de agosto de 2015

Trabajo de campo VI: la entrevista en El Biutz.

Panorámica desde Ceuta. Al fondo, Marruecos.
Tenía muchas ganas de volver a escribir en el blog y retomar la idea de explicaros cómo nos fue durante el trabajo de campo en la frontera hispano-marroquí. Parece mentira que haya pasado ya más de un año desde aquella aventura, pero estos últimos meses han sido tan intensos de esfuerzo académico para mí, que el tiempo se ha esfumado. Muchas noches cierro los ojos y trato de recordar todas las sensaciones, vivencias, imágenes que pasaron ante nosotros, y realmente, si no fuera por las anotaciones que hice en el cuaderno de campo y las fotografías que tomó Sergio, muchas de ellas “se perderían en el tiempo como lágrimas en la lluvia”[1]. Por el momento, creo haber logrado volcar en mi Memoria parte de la ingente cantidad de información que recogí durante el camino. Y lo mejor de todo es que he sobrevivido a la montaña de libros que he ido leyendo para tener una visión histórica de los acontecimientos producidos hasta la fecha en torno al perímetro fronterizo ceutí (y melillense).

Torre de vigilancia de la Guardia Civil en Benzú.

Lo cierto es que cumplir con los objetivos del proyecto no ha sido tarea fácil, y queda que las personas que vayan a evaluarme el trabajo, me den su aprobación, algo que no sucederá hasta el año que viene. Obviamente, aún tengo varios meses por delante para seguir progresando en mi aprendizaje, continuar leyendo y ampliar mi estudio. Este proceso está siendo largo y a veces, ha sido muy ingrato. Pero, pese a ello, aunque en determinadas ocasiones he llorado y me he preguntado dónde me había metido, en otras muchas, he saltado de alegría y me he creído una especie de “superwoman” de las tesis. Supongo que este sube-baja de emociones es un proceso normal y necesario, pues una vez has superado los obstáculos, sientes una fuerza en tu interior, que creo que va a ser difícil que nada me la mine.

Está claro que el mundo es para las personas que luchan, aunque, evidentemente, no a todas les toca en suerte las mismas cartas. Y lo dice una precaria. Por eso, cuando comencé con las transcripciones de entrevistas y escuché la que le hicimos al portavoz de un grupo de tres jóvenes malienses que conocimos en El Biutz, se me encogió el alma. En realidad no solo me pasa con ellos. También cuando oigo a los refugiados kurdos que conocimos en Ceuta, a los migrantes de Camerún y Bangladesh de los CETI de Ceuta y Melilla, a las chicas de Sudán del Sur y a la de Argelia…El alma encogida y la admiración creciente hacia ellos y ellas, por cada palabra, respiración, silencio y sonrisa que nos regalaron. Mi respeto profundo será por siempre para aquellos/as valientes.  

Portavoz (dcha) y grupo de malienses. 22.08.2014
En un post que publiqué hace unos meses, os hablé sobre El Biutz, una pequeña localidad marroquí, en la que se ubica un paso fronterizo muy conocido, junto al Polígono Industrial del Tarajal y la Barriada del Príncipe Alfonso[2]. Pero también, en las proximidades del perímetro fronterizo se sitúan los campamentos forestales de Benyunes, que se encuentran en la montaña junto a la frontera de Ceuta, donde no hay casi accesibilidad. A lo largo de la carretera que va a Tánger es habitual ver a grupos de migrantes subsaharianos, quienes sobreviven mendigando en las cunetas y de la ayuda humanitaria que les prestan puntualmente las organizaciones de la sociedad civil a ambos lados de la frontera, además de algunos vecinos de la zona. Desde allí, esperan poder cruzar principalmente por la vía marítima, poniendo en serio peligro sus vidas, ya que los dispositivos de vigilancia de la valla junto con la orografía del terreno, la convierten en un obstáculo prácticamente infranqueable.

Valla de Ceuta en Benzú y Mujer Muerta.

sábado, 20 de junio de 2015

El error de redundancia cíclica.



Fuente: http://www.blogdelhumor.com.ar/solucionar-errores-en-windows/

No, no me he vuelto loca. Hoy comenzaré este post de una manera singular y es hablando sobre un extraño y frecuente problema informático, que me tuvo en vilo durante dos horribles semanas. Se llama "error de redundancia cíclica" y jamás querréis leer este mensaje en vuestras pantallas del ordenador. Y si lo veis, ¡echad a temblar! Pero seguramente os estaréis preguntando: ¿qué demonios es eso? Y si no lo habéis hecho, porque una enorme pereza os invade, ya estoy yo para explicároslo. Cuando procedes al almacenado de datos en un disco externo, se hacen en un código binario, que son repartidos y divididos en sectores. Pues bien, si algunos de los sectores están defectuosos, la unidad lectora es incapaz de leer este sector y no puede seguir con los siguientes, dando lugar al maldito error de redundancia cíclica. 

Esto es precisamente lo que me sucedió hace ya más de un mes. Después de tener avanzado gran parte de mi marco teórico y análisis de datos, los perdí de esta manera. Mi nube se llenó, decidí extraer una carpeta, la pasé al disco duro externo y me dije, 'mañana por la mañana saco una copia de seguridad'. Pero no hubo mañana, sino un soniquete tal que así: "clik, clik, clik", que sin duda presagiaba la tragedia. Tras entrar en crisis y sufrir un amago de infarto, lo llevé a un servicio informático, desde donde hicieron todo lo posible para salvar la información, aunque con resultado de éxito del 50%. Como me informaron, parece ser que ni con la tecnología de la Nasa lo hubieran logrado. Aprovecho la ocasión para comentaros que existen empresas de recuperado de datos, pero los precios por sus servicios son extremadamente desorbitados. De hecho, yo contacté con una de Madrid que trabaja para la Policía Nacional, cuyo presupuesto oscilaba entre los 300 € y los 1.000 €, que me imagino que variará en función de tu grado de desesperación. He de decir que el mío era muy alto en ese momento, pero no sé si tanto como para necesitar organizar otra campaña de micromecenazgo para financiarlo.

lunes, 16 de marzo de 2015

Me voy, pero...¡¡vuelvo en la primera semana de junio!!

Imagen: DAISY HESSENBERGER Fuente: http://blogs.nature.com/naturejobs/2014/08/21/thesis-writing-tips-for-the-i-left-it-to-the-last-minute-phd-student [Consulta de 16 de marzo de 2015].

Queridas y queridos lectoras/es:

Os comunico que este blog va a permanecer sin nuevas publicaciones hasta la primera semana de junio. He de tomarme un pequeño respiro, debido a que actualmente me hallo inmersa en la elaboración de una Memoria para el Instituto de Estudios Ceutíes[1], entidad de la que soy becaria, además de una Comunicación para participar en el VIII Congreso Migraciones Internacionales (Granada, 2015) que me van a tener todo este tiempo ocupada. 

Pero la buena noticia es que prometo volver con más posts sobre mi trabajo de campo con información fresquita e imágenes que la ilustren. También habrá lugar para otras cuestiones académicas, referidas, por ejemplo, a la Unidad de Investigación en Migración y Desarrollo de la Universidad de Valencia, a la que pertenezco junto con otras/os compañeras/os.

Aprovecho la ocasión para recordaros a aquellas personas que mostraron su interés en organizar una exposición con las fotografías de la campaña de crowdfunding, que si así lo desean, podrán disponer de ellas a partir de junio hasta octubre de este mismo año. Después de esa fecha, nuestra intención es mandarla de viaje y que cruce el charco. Pero ya iremos informando. 

Y cómo no, si queréis contactar conmigo, estoy a vuestra entera disposición. Siempre respondo a los mensajes, correos y llamadas. :)

¡¡Hasta pronto!!


[1] Esta es su web: http://www.ieceuties.org/


domingo, 1 de febrero de 2015

Trabajo de campo (V): El Príncipe, el polígono del Tarajal, y las mujeres porteadoras.

"Cuanto más nos separamos de nuestro entorno, más dependemos de la vigilancia del mismo"[1] (Gumpert y Drucke)


Mantener al día un blog, mientras se está elaborando una Memoria, a veces resulta un poco más complicado de lo habitual, sobre todo si se trata de un trabajo que has de entregar en un plazo determinado a la institución con la que has suscrito un contrato. Pero las ganas que tengo de publicar un nuevo post y un suceso reciente en la ciudad de Ceuta que ha dado mucho que hablar en los medios (especialmente en las redes sociales), me ha devuelto al teclado de mi pequeño, viejo y destartalado netbook.

Me estoy refiriendo, por supuesto, al programa “En tierra hostil”, emitido en Antena 3 el día 20 de enero de 2015 (Marruecos) y a todas las nefastas consecuencias de su salida al aire. He de decir que a mí personalmente el enfoque de Jalis de la Serna en su espacio televisivo, no me gustó y me decepcionó. Ya había visto en anteriores ocasiones "Encarcelados" (sobre las cárceles y presos españoles en el extranjero), y la verdad es que guardaba un buen recuerdo de ello. Por eso, estaba expectante el día de la emisión en mi casa, armada con mi pijama y zapatillas, ya que iban a  tratar un tema que no toco en mi tesis, pero que me interesaba precisamente por haberlo comentado con varias de las personas que conocí a ambos lados de la frontera sur. Y, obviamente, cada una de ellas, tenía su propia opinión y enfoque particular.

Entrada a la barriada del Príncipe Alfonso (a la derecha) y polígono del Tarajal (al fondo-izq.)

Desde mi punto de vista, que es el de una estudiante en proceso de formación, considero que haber vivido sólo tres meses en Ceuta no me convierte en una gran conocedora del entorno, por mucho que haya hecho observación y haya entrevistado a mucha gente[2]. Además, en estas estancias, justo cuando te estás marchando, es cuando comienzas a comprender muchas cosas[3]. Lo mismo me pasó cuando volví de Tijuana. Sin contar el “enganche emocional” al que me he visto sometida en ambas ocasiones. Cuando llegué a Valencia, aunque extrañaba mi cama, me entró una "morriña" inusitada y siempre estoy pensando en que ojalá la vida me regale la oportunidad de volver a estos dos sitios. De veras que me atraen los espacios fronterizos…

Parada del bus que llega hasta el paso fronterizo del Tarajal. La zona está llena de pequeños comercios y casas de cambio. A nosotros nos recordó al paso fronterizo de Tijuana-San Ysidro. A última hora de la tarde se respira una calma que no es habitual a lo largo del día.