sábado, 20 de junio de 2015

El error de redundancia cíclica.



Fuente: http://www.blogdelhumor.com.ar/solucionar-errores-en-windows/

No, no me he vuelto loca. Hoy comenzaré este post de una manera singular y es hablando sobre un extraño y frecuente problema informático, que me tuvo en vilo durante dos horribles semanas. Se llama "error de redundancia cíclica" y jamás querréis leer este mensaje en vuestras pantallas del ordenador. Y si lo veis, ¡echad a temblar! Pero seguramente os estaréis preguntando: ¿qué demonios es eso? Y si no lo habéis hecho, porque una enorme pereza os invade, ya estoy yo para explicároslo. Cuando procedes al almacenado de datos en un disco externo, se hacen en un código binario, que son repartidos y divididos en sectores. Pues bien, si algunos de los sectores están defectuosos, la unidad lectora es incapaz de leer este sector y no puede seguir con los siguientes, dando lugar al maldito error de redundancia cíclica. 

Esto es precisamente lo que me sucedió hace ya más de un mes. Después de tener avanzado gran parte de mi marco teórico y análisis de datos, los perdí de esta manera. Mi nube se llenó, decidí extraer una carpeta, la pasé al disco duro externo y me dije, 'mañana por la mañana saco una copia de seguridad'. Pero no hubo mañana, sino un soniquete tal que así: "clik, clik, clik", que sin duda presagiaba la tragedia. Tras entrar en crisis y sufrir un amago de infarto, lo llevé a un servicio informático, desde donde hicieron todo lo posible para salvar la información, aunque con resultado de éxito del 50%. Como me informaron, parece ser que ni con la tecnología de la Nasa lo hubieran logrado. Aprovecho la ocasión para comentaros que existen empresas de recuperado de datos, pero los precios por sus servicios son extremadamente desorbitados. De hecho, yo contacté con una de Madrid que trabaja para la Policía Nacional, cuyo presupuesto oscilaba entre los 300 € y los 1.000 €, que me imagino que variará en función de tu grado de desesperación. He de decir que el mío era muy alto en ese momento, pero no sé si tanto como para necesitar organizar otra campaña de micromecenazgo para financiarlo.