martes, 9 de septiembre de 2014

Trabajo de campo (III): viaje a Melilla y visita al CETI.

A veces, de la necesidad puede nacer una idea, y de la idea, un proyecto. En mi caso, requería financiar mi trabajo de investigación y se me ocurrió que un blog podría servir como el mejor expositor de los avances y vivencias que iba a tener por el camino que acababa de emprender en 2013, cuando decidí matricularme en el programa de doctorado que estoy cursando. He de decir que esta decisión no fue fácil de tomar para mí. Miraba el horizonte y sólo veía nubarrones negros de precariedad y paro, pero a día de hoy, no me arrepiento de nada. Encuentro que incluso a través de los errores o de las malas experiencias que pueda haber habido por el camino, siempre hay un aprendizaje. De modo que este proyecto que surgió casi de manera improvisada, poco a poco ha ido cobrando forma y ahora en estos últimos meses se ha transformado en una especie de cuaderno de bitácora[1]. Esta idea me gusta y me divierte a partes iguales, de modo que permitidme la licencia de comenzar así mi post:

Cuaderno de bitácora. 13 de agosto de 2014.

Salimos de Ceuta en horario de mañana, pero pronto me di cuenta de que se nos había hecho demasiado tarde. Sin duda, íbamos a tardar más de lo previsto en hacer todo el trayecto. Últimamente el cruce por el Tarajal se está haciendo muy incómodo. Este verano, como todos (supongo), la llegada de los Ferrys y la Operación Paso del Estrecho (OPE)[2], provocan un incremento importante en el tránsito de vehículos y personas. Y la incomodidad de los trámites que hay que hacer en la frontera, alargan aún más el proceso.

Paso fronterizo del Tarajal. Delante de nosotros un coche procedente de Europa
rumbo Marruecos, cargado hasta los topes.

Una vez logramos cruzar la frontera (esta vez sólo tardamos una hora en hacerlo), cogimos la carretera poniendo rumbo a Melilla. El trayecto es un viaje que recorre toda la costa y pasa por Alhoceima (la antigua Alhucemas), donde se puede disfrutar desde el coche del enorme encanto de cada uno de los pueblos pesqueros que surcan la costa.


Trayecto de Ceuta a Melilla. Esta es la nueva ruta que bordea toda la costa y los acantilados: Ceuta-Marina Smir-M’diq, Tetuán, Oued Laou, Alhoceima, Farhana, Nador y Melilla (cordillera del Rif).


El único inconveniente que existe es que, a pesar de ser una carretera nueva, tiene algún tramo complicado. Hay zonas sin asfaltar y a veces cuesta acostumbrarse al ímpetu del conductor marroquí. Se asciende por la montaña de hermosos colores, que recuerdan a los cubres de tela que venden en las tiendas de artesanía de Tetuán y que las reproducen fielmente: tierras amarillentas, anaranjadas y rojizas. 

En estas carreteras puedes encontrarte cualquier cosa...

Los acantilados del Mediterráneo pueden admirarse con todo su esplendor desde los miradores que se extienden a lo largo de toda la montaña, lo que lo convierte en un maravilloso espectáculo a muy pocos kilómetros de “Sebta” (Ceuta).

Los pueblos pesqueros son pequeños, coloridos, ruidosos y en ellos cobra especial protagonismo su plato estrella: las sardinas asadas. El aroma y el humo impregnaban tanto el ambiente, que por momentos ahogaban con el calor sofocante que hacía ese día. Las playas estaban abarrotadas de haimas y sombrillas atadas con cuerdas, para evitar que el poderoso viento de esta zona las arrancara del suelo. A cada paso, había pequeños comercios y gente. Mucha gente. Demasiada, tanto es así, que el calor pasó de ser sofocante a asfixiante. Me temo que nos hemos acostumbrado a las benignas temperaturas de Ceuta.

Estuvimos a punto de perdernos (somos propensos a ello), pues durante el camino ningún cartel indicaba la dirección a "Melillia" (Melilla) hasta que faltaban pocos km para llegar. La entrada a la ciudad ha de hacerse a través de Nador, cruzando el paso fronterizo de Beni -Enzar. Cuando llegamos allí, eran aproximadamente las 18:00 (hora local, aunque las 19:00 en mi reloj). Pero no sabíamos lo terrible que iba a ser la espera. Tardamos más de 3 horas y la temperatura alcanzaba los 38º. Era un auténtico y verdadero caos. Había una inmensa fila de coches, y entre ellos, se colocaban niños pidiendo o vendiendo pañuelos, al igual que algunos jóvenes subsaharianos. Observé todas las imágenes que había a mi alrededor. Me recordaba tanto a Tijuana y la zona de la garita de San Ysidro… El mismo ajetreo. La misma cantidad de gente, vendedores ambulantes aprovechando las largas filas y las horas de espera. Zonas de cambio de dinero. Además, también se están haciendo obras de remodelación, con el objetivo de agilizar el tránsito[3]. ¡Cómo se parecen las ciudades fronterizas!

Aunque existen 4 carriles para los vehículos, una vez pasada la oficina de inspección, se vuelven uno. Es la técnica del embudo que tanto les gusta a los agentes marroquíes. En la Frontera Norte de México con Estados Unidos, una situación así es impensable. Si bien es cierto que las colas que se forman entre las ciudades de Tijuana y San Diego son insufribles, especialmente en periodo navideño (puedes permanecer en una fila hasta 5 horas), hay una adecuada organización del tráfico, que lo hacen más llevadero. Nada comparado con esta parte del mundo. En ese caos, nos tocó dejar aparcado el coche en un costado junto con otros vehículos, para iniciar el consabido papeleo. Cuando llegamos a la garita del funcionario de turno, había un grupo de españoles que estaban siendo presa del nerviosismo, aunque ya estaban muy curtidos en estas tretas administrativas. Ellos utilizaron una estrategia muy pícara: se habían distribuido en dos filas de dos garitas diferentes, aunque no todo el mundo aprobó este comportamiento…

Guardando la cola en el paso fronterizo de Beni-Enzar. En éste son más rigurosos que en del Tarajal, ya que se ha de bajar del vehículo para que el funcionario pueda comprobar uno/a por uno/a si las fotos de los pasaportes corresponden con tu rostro. No os podéis imaginar la de familias numerosas que había ese día.
Pero después del caos, llegó la calma. Habíamos alcanzado nuestro objetivo. Melilla es una ciudad majestuosa, y alberga en ella una gran fortaleza[4]Pronto encontramos el Hotel Ánfora. Esta vez el criterio de selección se basó en que era el único establecimiento disponible para esos días que incluía el desayuno, y que entraba dentro del presupuesto. Aunque este establecimiento guardaba una pequeña sorpresa: allí estaban pernoctando una gran parte de los refuerzos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado enviados por el Ministro del Interior para realizar tareas de vigilancia fronteriza. En esos días se habían producido varios saltos masivos a la valla y estaban activados todos los dispositivos de seguridad[5]No olvidemos que nosotros teníamos una cámara entre las manos, y estábamos dispuestos a sacar todas las imágenes posibles. Después de este gran descubrimiento, decidimos liberar toda la tensión acumulada por el viaje, y dimos un pequeño paseo nocturno por la ciudad, donde pudimos conocer algunos vestigios del franquismo que siguen presentes en la vida de los melillenses. Una situación similar se vive en Ceuta (como es el caso del Castillo del Desnarigado).


Vistas nocturnas de la Fortaleza de Melilla.

Igualmente, en la ciudad autónoma existe un drama social por todos/as conocido. En el centro de la ciudad, muy cercano al Hotel, habían varios menores de edad de nacionalidad marroquí deambulando por la calle. Estos niños que se encuentran en situación de calle, sobreviven como pueden y en algunas ocasiones se tienen que dedicar al pillaje, fuman a muy temprana edad y se alojan en el puertoEn su rutina diaria es fácil verlos en el malecón de piedras que hay junto al puerto. Por las noches se esconden en su interior, buscando cobijo de la humedad para poder dormir. Pero el objetivo de permanecer ahí, es también saltar el muro para tratar de esconderse en un barco que les permita llegar a la Península. Aunque en Melilla hay un centro de menores, ellos lo han abandonado. Y es cuando me surge la cuestión de si no se puede hacer más por ellos. Se encuentran en un estado lamentable. A alguno le faltan ya dientes (no pueden llevar una higiene ni una alimentación adecuada). Han perdido la inocencia a una edad tan temprana, que considero que ese daño será muy difícil de reparar.

Durante el día es fácil verlos saltando al agua para bañarse. La entrada a esa zona está restringida al público. Y desde allá, cuando cae la noche, en numerosas ocasiones saltan desde una altura considerable.

Cuaderno de bitácora. 14 de agosto de 2014.

Al día siguiente, pudimos comprobar durante nuestra visita al CETI que varios de estos menores se arremolinaban en la entrada y en los costados del recinto, pidiendo comida principalmente a los residentes subsaharianos. Ellos saben que los van a ayudar. Son personas con un alto grado sentimiento de solidaridad. Hay que tener en cuenta las condiciones extremas en las que han tenido que vivir antes de llegar al centro, pero además, en su gran mayoría, les une un vínculo religioso. Les dan sus bocadillos, yogures, etc. a través del arco de seguridad de la puerta, algo que incomoda a los guardias que vigilan la entrada. Es muy duro verles en la puerta del centro aprovechando los descuidos de los agentes. Tienen una conducta altiva, como si no tuvieran miedo a nada. Juegan a provocarles, se ríen... Y ahí es cuando te vuelves a dar cuenta de que, al fin y al cabo, son sólo niños.


Menores pidiendo comida a un costado del CETI.

Si queréis conocer más sobre los motivos por los cuales estos menores huyen de los centros de acogida de Melilla, a continuación podéis ver un video, a mi parecer magnífico, que la organización de la sociedad civil PRODEIN realizó en 2013 al respecto.





Aprovecho para contaros que nos fue absolutamente imposible contactar con esta organización, pese a los reiterados y numerosos intentos, ya sea por Facebook, e-mail, teléfono, etc. Y, realmente, nos hubiera encantado poder entrevistar a José Palazón o a alguno/a de sus miembros para incorporarlo al trabajo. Este estudio es comparado, y encontramos ciertas similitudes con otras organizaciones mexicanas pro-migrantes también muy mediáticas. Quizás en el futuro haya más suerte. Aunque soy una persona muy perseverante (y lo fui con Palazón), tengo mis límites. Y uno de ellos es precisamente el de respetar la voluntad del posible informante, por muy frustrante que resulte o por muy necesario que sea incorporar cierta información al trabajo investigador. Además, este tipo de situaciones también se dieron en mi estancia en Tijuana, pero la buena noticia es que siempre existen otras alternativas para llegar a tu destino. Y a veces son muy interesantes…Que ya lo decía Tagore:
“Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente”. (Rabindranath Tagore[6]).
Esa misma noche también aprovechamos para hacer un recorrido con el coche para aprendernos la ruta y hacer un pequeño reconocimiento del vallado. Sabíamos que contábamos con pocos días de estancia para hacer el trabajo y había que aprovechar al máximo las horas. El CETI de Melilla está ubicado alejado del centro, junto a la valla fronteriza y un campo de golf. ¿Curioso no? Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre este pequeño detalle. Riqueza-pobreza y sus consecuencias en un mismo plano.



Entrada del CETI de Melilla.


En la proximidad del centro, se encuentra un campo de golf.

La visita la efectuamos por la mañana. Nos reunimos con el Director, Carlos Montero, una persona muy cercana con la que no hubo ninguna dificultad a la hora de hacer la entrevista, aunque sí que es cierto que antes de iniciarla, manifestó que sobre el asunto de la valla no iba a contestar preguntas. Está bien que te adviertan, así sabes cómo orientar la entrevista. Pero el ambiente que se respiraba era muy relajado, de tal modo que finalmente, aunque de forma velada, expresó alguna opinión personal sobre el fenómeno migratorio.

El despacho de Carlos era muy amplio. En una de sus paredes colgaban de chinchetas numerosos dibujos dedicados a él, hechos por los hijos/as de las familias residentes en el centro. Tomamos varias fotografías, pero él prefirió ésta por encima de todas.


Carlos Montero, Director del CETI de Melilla.

Tras la entrevista, nos mostraron las dependencias del Centro, muy diferente al de Ceuta. El de Melilla está construido sobre un descampado y no en dos niveles diferenciados. En la parte central hay una especie de plaza con mesas y árboles, donde se reúnen los residentes y los niños corretean jugando. A mí me recordó a un pequeño pueblo. También nos sorprendió cuando los niños y niñas de nacionalidad siria y con patines en los pies se abrazaban al Director y repetían constantemente: -¡Salida, salida!-.

 Residentes reunidos en la plaza. Se sientan en las mesas y charlan.

Alrededor de la plaza se encuentran unas dependencias de atención sanitaria, (donde trabaja el equipo de Cruz Roja); un comedor; las habitaciones con literas; y un edificio nuevo cuyo destino inicial era para el personal del centro, pero que habilitaron finalmente para impartir talleres formativos además de otro tipo de actividades, como las artísticas.

Instalaciones que son empleadas para impartir talleres formativos. A nosotros nos pareció muy interesante que se promoviera la creatividad a través de las artes plásticas.

La cocina del CETI de Melilla es más amplia que la de Ceuta.

Sin embargo, presenta un problema importante: la población residente del centro excede su capacidad y parece ser que esta circunstancia se ha agravado, según comenta el Director, desde la llegada de las familias de refugiados sirios, debido a que el centro no está diseñado para albergarlas. Lo cierto es que a parte de las habitaciones, han tenido que colocar tiendas de campaña y habilitar alguna sala con literas, donde se alojan numerosas personas

Tiendas de campaña de Cruz Roja para alojar a residentes.
Esta circunstancia está generando problemas e inconvenientes varios, especialmente de convivencia, que se agravan entre las familias sirias y los residentes subsaharianos, tal y como pudimos constatar a través de los testimonios que recogimos de varios residentes de distintas nacionalidades (Camerún, Siria, Mali, etc.) y del propio personal del centro, quienes relatan que recientemente hubo un altercado.


Niños jugando al fútbol. Este tipo de centros no están preparados para la acogida de familias.

También nos contaron sus propias historias personales, llenas de lucha por salir adelante y plagada de adversidades. Aunque te sonrían, la tristeza está presente en sus gestos, en sus rostros y la emoción contenida, finalmente, aparece en sus ojos.


Residente camerunés que estuvo charlando con nosotros. Mantuvimos más conversaciones, pero nos pidieron que no les tomáramos imágenes.

Posteriormente, tuvimos la suerte de poder hablar con un trabajador social y una médica de Cruz Roja. Pero ellos manejan información especialmente protegida, de tal modo que hay ciertos temas, que están vetados. En este caso, no se hizo uso de grabadora, pero tras la conversación mantenida, sí pudimos tomar alguna imagen de estas dos personas encantadoras.


Lali (médica) y Gustavo Requena (trabajador social).

Y hasta aquí hemos llegado. Fue una gran experiencia, pero aún me queda contaros en el siguiente post más cosas sobre la valla fronteriza y sobre nuestra visita a Nador. Pero éso será en la próxima entrega. Mientras tanto, prosigo con el trabajo de campo. ¡Hasta pronto!

Entrada del CETI de Melilla. Satisfecha después de lograr que me autorizaran la visita.






[1] Vídeo muy instructivo sobre la OPE realizado por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias. http://www.proteccioncivil.org/paso_estrechoInforme de la Situación de la OPE 2014.  http://www.proteccioncivil.org/documents/11803/0/Informe%2BOPE%2B7%2Bseptiembre%2B2014 [Consulta de 8 de septiembre de 2014].
[2] Hay bitácoras para todos los gustos. Aquí os dejo varios ejemplos: de trabajo académico (escolar) http://sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/2882/1/images/bitacora_de_trabajo.pdf. [Consulta de 1 de septiembre de 2014]; de carácter literario, como "Bitácora de Rayuela", por si os apetece comprarlo http://www.march.es/bibliotecas/repositorio-cortazar/ficha.aspx?l=1&p0=cortazar:1397 [Consulta de 1 de septiembre de 2014]; bitácoras marineras, como ésta, que encuentro muy interesante http://www.witblits.eu/marina/1-el-primer-embarque/; y, finalmente, otra bitácora sobre temas de astronomía http://www.bitacoradegalileo.com/ [Consulta de 8 de septiembre de 2014].
[3] Las obras de remodelación en Melilla van con retraso. 21.08.2014. http://www.luzdemelilla.es/index.php/melilla-politica/item/1990-obras-remodelacion-beni-enzar el Tarajal se licitarán en 2015. 23.07.2014 http://www.abc.es/espana/20140723/abci-obras-frontera-tarajal-201407222044.html [Consulta de 1 de septiembre de 2014].
[4] Sobre la guerra de El Rif, os voy a recomendar dos documentales. El primero: "Rif, 1921, una historia olvidada", coproducción hispano marroquí que bucea con rigor en las causas del desastre de la Batalla Annual, una gran derrota militar para el ejército español, y que supuso una redefinición de la política colonial de España en el Rif marroquí.  http://www.documaniatv.com/historia/rif-1921-una-historia-olvidada-video_036683111.html [Consulta de 4 de mayo de 2014]. Y el segundo: "Veneno" (Arrhash, 2008) de Javier Rada y Tarik El Idrissi sobre la masacre química en la guerra del Rif. Sinopsis: Entre 1923 y 1927, el ejército español bombardeó con gas mostaza a población civil durante la guerra del Rif. España se convirtió en una de las primeras potencias en utilizar estos métodos de exterminio.Y consiguió que su crimen permaneciese en un conveniente olvido. Casi un siglo después, un joven rifeño residente en Madrid, Tarik El Idrissi, inicia una carrera contra reloj para salvaguardar la memoria de los últimos testigos de aquella guerra. El Gobierno español nunca ha admitido tales crímenes. Y las víctimas, muy ancianas, amenazan con morir sin haber explicado qué ocurrió durante aquellos años de asfixia y muerte. https://www.youtube.com/watch?v=1Iw64yDdBdM [Consulta de 4 de mayo de 2014].
[5] Interior refuerza con casi 500 agentes Ceuta, Melilla y Algeciras. 13.08.2014.  http://www.abc.es/espana/20140813/rc-interior-refuerza-casi-agentes-201408131118.html [Consulta de 8 de septiembre de 2014].
[6] Si queréis saber algo más de este brillante personaje, podéis ver este documental, que a mí parecer es muy interesante. Mi abuelo tenía una edición muy antigüa de un libro de Tagore, y cuando él murió, decidí secretamente quedarme con ella. Ahora ya no es un secreto. http://www.rtve.es/alacarta/videos/escritores-en-el-archivo-de-rtve/centinela-india-dramatizacion-vida-rabindranath-tagore/1092816/ [Consulta de 5 de septiembre de 2014].


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